Ya faltan muy poco para que Patricia y Diego, nuestros novios de Diario de una Boda, se den el sí quiero en Zaragoza. ¿Cómo vivir la última semana de la boda sin estrés ni agobios? Diego y Patricia lo están consiguiendo de momento, así que les hemos preguntado por el secreto para organizar una boda de ensueño y sobrevivir a los preparativos. “La verdad es que en contra de lo que pueda parecer, no estamos nada nerviosos”, comenta Diego. “Yo creo que somos poco conscientes de que nos casamos el viernes”, dice Patricia con una sonrisa de oreja a oreja. Tienen la tranquilidad de tener todo cerrado por haberse organizado con tiempo, a falta de cerrar algún pequeño fleco esta semana. Ese es el secreto, dicen, para llegar así de tranquilos a la semana de la boda.
Entre esas cosas pendientes se encuentra algún pedido que han hecho por Internet con detalles para la celebración (cubretacones, atrezzo para el photocall…) Así que estos días viven pendientes de recibir los paquetes que les faltan para que todo esté a la perfección.
Sobre el vestido, Patricia está muy contenta e ilusionada. “Antes de ayer me probé el vestido y la verdad es que no he engordado nada, por lo que no me han tenido que hacer ningún arreglo”, sostiene. Volver a probarse el vestido ha sido como revivir el momento en el que lo eligió. Esa sensación de emoción difícil de explicar con palabras. “No sé lo que es, pero sabes que es tu vestido en el momento en el que te lo pruebas”, nos decía Patricia cuando se decidió por su diseño.
Esta semana, tocan las últimas visitas para conseguir que todo salga perfecto. Diego ha cerrado los últimos temas con el DJ, juntos han ido a recoger la documentación para el viaje de novios, y también se han pasado por la floristería. Sobre el banquete, ya está todo cerrado y acordado, con un menú espectacular que seguro gustará a todos los invitados. También tienen todo listo en La Alquería, un lugar con mucho encanto del que se enamoraron el día que hicieron la primera visita con La Bastilla.
Patricia se va a hacer estos días los últimos tratamientos de belleza, con los que pretende relajarse y olvidarse de todo para lucir radiante el próximo viernes. El gran día, va a ser maratoniano. La novia nos dice que ya tiene cita con la peluquería por la mañana y ya por la tarde, justo antes de la boda, será la sesión de maquillaje en su casa. La ceremonia religiosa es a las 17.45h, así que habrá que prepararse con tiempo. Eso sí, seguro que, como manda la tradición, Patricia puede retrasarse un poco en su llegada al altar.
Y después de la ceremonia, será el cóctel y el banquete para celebrar con todos los suyos. “Todo el mundo nos pregunta si estamos nerviosos”, afirma Diego. Cuando llegue el día seguro que sienten esa mezcla de nervios y emoción que les hará recordar el día el resto de sus vidas.
Impacientes están también Patricia y Diego por su viaje de novios, al que partirán después de la celebración. El destino, muy pronto lo revelaremos.