Una de las cosas más bonitas que tiene organizar tu gran día es que puedes dejar volar tu imaginación en decoración o en detalles de lo más personales. Porque, recuerda, solo tú pones los límites en tu boda. Precisamente, esta pareja que nos tiene enamorados se pone pocos límites y vive al máximo cada momento. ¡Volvemos a la carga con el “Diario de una Boda: María y Javier”!
A poco más de 3 meses para que María y Javier den el “sí quiero” en nuestro Jardín de Gayarre van avanzando con sus preparativos con la misma sonrisa de siempre pero con un poquito más de ganas. La fecha se acerca y sus invitados ya van a comenzar a recibir las invitaciones. Toda una obra de arte con una historia detrás…
“Cuando empezamos a pensar en ellas, sabíamos que queríamos algo que nos definiese al 100%.” Recuerda María y añade: “lo más importante es tener claro qué tipo de invitación quieres y en nuestro caso, como podéis imaginaros, era VIAJAR.”
Su concepto, su idea, su temática la tenían clara. Querían que fuera su hobby más preciado y se pusieron en busca de la invitación perfecta que reflejara su pasión por viajar, como ya hemos ido viendo en este diario.
Tras un tiempo documentándose, tanto en la red como en las diferentes ferias nupciales a las que habían asistido, siempre, nos dicen, encontraban el típico “Boarding pass”. “Pero simplemente eso… y, aunque nos gustaba la idea, queríamos algo más completo.“
Finalmente y en una página irlandesa vieron la oportunidad de hacer algo realmente soñado: “Un Boarding + el pasaporte de nuestra boda”, dicen emocionados. Cuando lo encontraron en nuestro país, no les convencían los diseños que veían así que ellos lo tuvieron claro. “El nuestro es diseñado al 70% por María, ¡así que no veréis otro igual!”
¡El resultado es espectacular! Un billete de avión y un pasaporte lleno de información… “En el pasaporte pusimos los sellos de los países donde nos iremos de luna de miel, el por qué elegimos el 6 de junio, nuestra foto con Coco, el perro más feliz del mundo seguramente...”, nos explican.
Completa la información otra página con una lista de hoteles de la ciudad para los invitados que vengan fuera de Zaragoza y un mapa situando la iglesia y el lugar donde recoger el bus para llegar a nuestra finca.
Curiosamente recibieron las invitaciones el día del cumpleaños de María y, ese mismo día, fueron a visitarnos para realizar la prueba de menú. Una maravillosa coincidencia: “así que hicimos unas fotos en el salón donde en unos meses, celebraremos nuestra boda. El Salón Jardín.”
Nos quedamos con las ganas de ver las caras de sus invitados al recibir el pasaje directo a una historia de amor que se consolidará, más si cabe, el día de su enlace. Mientras, ellos han realizado con todo el esmero, ilusión y cariño del mundo las invitaciones. ¡Nosotros nos vemos en el próximo Diario de una boda!
