María y Javi, nuestros novios de 2020, siguen organizando su gran día y… ¡nosotros os lo seguimos contando en Diario de una Boda: María y Javier! Una vez que ya hemos conocido en el primer post su historia de amor y cómo fue la pedida, nada más y nada menos que en Nueva York, os desvelamos una gran incógnita: ¿vas a tener damas de honor?
María lo tenía muy claro: “¡sí!”. Como buena enamorada de las tradiciones americanas, desde pequeña, siempre había querido que las mujeres de su vida tuvieran un espacio dentro de la boda. Da igual como llamarlas, pero sabía perfectamente que las quería a su lado en uno de los días más importantes de su vida y todos los días previos.
De hecho, a los 2 días de que Javi le pidiera matrimonio, ya compró un “kit-monedero” de dama de honor en Century 21 (una tienda de Nueva York) con tiritas, pañuelos… ¡algo muy americano y que a ella le encanta!
El día 19 les pidió que lo fueran con esta frase: “Sois lo mejor de mi vida y, si os quiero cada día a mi lado, el día más importante no podía ser menos: ¿quieres ser mi dama de honor?”. En el caso de María solo dos personas lo serán: Andrea, su mejor amiga y hermana de corazón; y Vir, su mejor amiga y hermana de sangre.
Un año después, ese mini kit se hizo maxi kit. “Para mí era muy importante que ellas se sintieran importantes”, dice María. “He estado 6 meses reuniendo diferentes cosas que sé que las usarán tanto en el mismo día de la boda como antes”.
En una caja grande puso:
- Bata para el gran día con el nombre de cada una
- Camisón para el D-DAY
- Zapatillas para el día de la preparación de “bridesmaid”
- Zapatillas para que se cambien después del baile en el Restaurante Gayarre
- Crema de manos y cara
- Exfoliante corporal
- Antifaz de frío “bridesmaid”
- Antifaz para dormir
- Banda para el pelo para desmaquillarse de Team Bride
- Espejo team bride
“¡Me hubiera gustado grabarlo! Pero estaba tan nerviosa que no sabía ni qué hacer”. Ambas estaban sentadas con los ojos cerrados, María les puso las cajas encima personalizadas con las fotos de la boda de cada una. Al abrir los ojos, no se lo podían creer. “Fue un momento muy especial”, recuerdan juntas.
Se emocionaron mucho y les encantó, nos dice María. Además “he tenido la suerte de asistir a la boda de las dos y esto es como el colofón.” Sin duda lo que ha hecho nuestra futura novia es un detallazo para el alma para cada una de sus dos personas.
Casi 7 meses quedan para el día de su boda y cada mes que pasa lo viven igual o más intensamente porque, cuando algo lo deseas de verdad, lo vives con una emoción que María y Javi nos quieren transmitir a través de este diario.
