Patricia y Diego van dando nuevos pasos para conseguir hacer realidad la boda de sus sueños. En esta ocasión, no han organizado nada ellos, sino que sus amigos han conseguido sorprenderlos en sus ¡seis despedidas de solteros (una conjunta, cuatro para Diego y otra para Patricia)! Aún quedan algunos meses para su boda, así que, quién sabe, igual queda tiempo para alguna que otra fiesta más. No suele ser muy habitual tener tantas despedidas de soltera y soltero, así que no nos extraña que nuestra pareja tenga esa sonrisa de felicidad al recordar las sorpresas de sus amigos.
La despedida conjunta fue en abril, con amigos del colegio de Diego y amigas de Patricia. “Se ha convertido en una tradición que cada vez que se casa alguien del grupo vamos a una casa rural en Salinas de Jaca”, señala Diego. Aun sabiendo de esta tradición, la despedida fue toda una sorpresa para ambos. “No esperábamos nada en abril, siendo que todavía faltaban cinco meses para la boda”, dice Patricia. A él fueron a buscarlo al trabajo y lo engañaron para jugar al pádel cuando en realidad se iba de despedida. A Patricia también la fueron a sorprender a la salida del trabajo y después fueron todos a la casa rural. Allí les esperaban pruebas y más pruebas, y por supuesto, no faltaron los disfraces (los disfrazaron de cartas del mus, que es un juego que les gusta mucho), ni la fiesta. Y como un amigo de Diego es muy cocinitas, también disfrutaron de un fin de semana gastronómico.
Además de esta despedida conjunta, Diego hizo su despedida con los amigos de la universidad en Zaragoza. “Fue en sábado y no me esperaba nada en absoluto. Patricia me dijo que se iba a comprar el desayuno, y el desayuno volvió en forma de una sorpresa de amigos”, dice Diego sonriente.
La tercera despedida de Diego también fue especial, pero no hubo sorpresa, pues un viaje de trabajo a Suiza le hizo sospechar. “Le llamé por teléfono y le dije, que sí o sí el viernes tenía que estar en Zaragoza; no me quedó más remedio”, señala Patricia. Sus amigos del colegio de Marianistas, en Zaragoza, le llevaron de despedida a Lloret de Mar, donde tampoco faltaron los disfraces y la fiesta.
Y como no hay dos sin tres, la tercera despedida la organizaban a la vez ella y él sin saberlo. “Llevábamos toda la semana nerviosos organizando la despedida del otro. Lo que no imaginábamos es que en realidad cada uno de nosotros se iba a tener su propia despedida ese mismo fin de semana”, señalan.
Patricia fue sorprendida el pasado sábado. Una amiga suya le dijo que iba a comer a su casa y se presentó con una maleta diciéndole que después tenía que coger el tren. Cuando salió de casa, volvió cinco minutos después con el pretexto de haberse olvidado el móvil, cuando ¡aparecieron todas sus amigas! Su destino fue Sitges, donde le disfrazaron de monja y Dora la Exploradora y tuvo que pasar diferentes pruebas. “Me sorprendió que lo tuvieran todo tan bien organizado: la ruta, qué hacer en cada momento… La verdad es que lo pasamos genial”, dice Patricia.
Si tuvieran que definir sus despedidas en dos palabras serían “perfectas y muy divertidas”. “A este paso, no llegamos a nuestra boda”, bromea Diego.
Si queréis saber más sobre cómo organizar una boda, no os perdáis los posts de Diario de una Boda. Podréis vivir paso a paso cómo organizan su enlace Patricia y Diego.