¡Estrenamos la edición de 2020 de Diario de una boda! Si tú también te casas al año que viene, podrás inspirarte en la preciosa historia de María y Javier y en cómo van organizando su gran día. A través de sus pasos, tú también podrás crear los tuyos para que el resultado sea una boda especial, maravillosa y emotiva.
Su historia empezó un martes de agosto de 2015, aunque se conocían desde hacía cuatro años. Fueron amigos hasta que sus caminos se separaron, eso sí, en ningún momento dejaron de pensar el uno en el otro. El reencuentro llegó gracias a una petición de amistad de Facebook: “Javi siempre me dice que cuando vio mi petición, sabía que era nuestro momento… y no se equivocó!”, nos cuenta María.
Hoy, cuatro años después, han cumplido muchos sueños juntos, sobre todo en forma de viajes. Y, como no podía ser de otra forma, en uno de esos viajes llegó el momento más esperado: ¡la pedida!
Pero para eso hay que retroceder un año en el tiempo, hasta el 9 de septiembre de 2018. “Os soy sincera, llevaba todo el 2018 “dejándole” caer que estaría bien casarnos.” Dice María ilusionada y nos recuerda que sus mejores amigos estaban preparando su boda entonces y siempre pica el gusanillo, dice, y más cuando estás con la persona indicada.
“Además fue el año de J.Lo y su “Y el anillo pá cuándo?”, así que os podéis imaginar cuántas veces la tuve que escuchar y sobre todo, ¡cuántas las que la tuvo que escuchar Javi!”. Se ríe.
Desde adolescente, María siempre había imaginado su pedida en el mismo sitio: Nueva York. Algo que le parecía raro ya que hasta los 26 años, nos dice, jamás había pisado la Gran Manzana.
En 2018, un año no muy bueno para Javi y María y en el que pensaron que se iban a quedar sin vacaciones, el destino quiso que se toparan con una oferta error: ida y vuelta a Nueva York por 150€. “Nos miramos y Javi me dijo: ¡Cógelo!”. Y así fue como emprendieron su viaje.
Como ya habían estado en esta ciudad en 2017, decidieron no quedarse solo allí sino ir también a la Costa Oeste (Las Vegas y Los Ángeles) para luego volver unos días a su ciudad adorada.
Su sorpresa fue que después de coger un avión desde el aeropuerto de Mccarran en Las Vegas a 43 grados a la sombra, llegaron al JFK y… “Llovía, hacía muchísimo frío y solo podía pensar que no íbamos a disfrutar tanto como lo habíamos hecho el año anterior. ¡Me enfadé muchísimo!”, recuerda María.
A las 8 de la mañana llegaron a Times Square y se tomaron un café en McDonalds. María estaba muy decepcionada con el tiempo que les estaba haciendo y aquí empezó la acción. Javi le dijo que al volver del baño se irían y, a su regreso, le dijo que quería hacerse una foto en medio de Times Square. ¡La sorpresa ya estaba en camino!
“Ahí... en el centro de todo el mundo, casi me da algo cuando se gira y me dice: Sabes que eres la mujer de mi vida… y ¿sabéis que le dije?: No, ¡ahora no! Supongo que los nervios me pasaron una mala jugada, pero Javi, que es bastante cabezón me dijo: ¿Cómo que ahora no? ¡Ahora sí!”.
Lo demás, nos dice que le encantaría contároslo, pero que no se acuerda porque se puso a llorar y solo podía decirle que sí y añade, “bueno algo sí os puedo decir: ¡Se arrodilló!” Un testimonio que, un año más tarde, nos cuentan con una mirada cómplice. La mirada de dos enamorados que ya forman parte de la familia La Bastilla… ¡Gracias!