Nuria, nuestra novia de Diario de una boda 2017, nunca ha sido de esas niñas que sueña con hacerse mayor y tener la boda idílica con el príncipe azul, aunque sí reconoce ser “una enamorada del amor”.
Como ya sabéis los lectores de Diario de una boda 2017, Nuria y Juan llevan juntos desde los 15 años y la idea de casarse era algo desechado. “No entendíamos que parte de esa celebración podría llenarnos como para meternos en lo que ahora está siendo una aventura. Cuando suceden cosas en tu vida que te hacen ver que la vida es mucho mejor llena de celebraciones de lo bueno, porque para lo malo siempre hay tiempo, creo que tomas decisiones de esas que empiezan por ‘yo nunca…´” nos cuenta Nuria.
Al hilo de esta rotunda afirmación de nuestra novia (de esas por las que una madre dice “algún día te la recordaré...”) podemos situar también el momento de la elección del vestido de novia.
Nuria no iba a casarse, no iba a celebrar una boda grande, no se iba a vestir de blanco… “Y aquí estamos en una locura con mi madre, me probé cuatro vestidos y elegí uno” explica nuestra novia emocionada.
¿Qué os parece? Con mucho estilo y marcando la diferencia ¿verdad? ¡Entonces esperad a verlo ese día! ;-)
“Creo que mucha gente no se lo espera, pero como me dijo mi suegra: ´Nuria, es muy tú´”, la ilusión de las palabras de Nuria y la cara de su madre lo dicen todo.
En la siguiente prueba, Nuria quería convencerse de que no había sido una elección provocada por el éxtasis de ver a una madre “con esa carita”, mezcla de orgullo y emoción, a un padre sin dejar de mirarte y sonriendo y a una de tus mejores amigas afirmando que era lo correcto. “En la segunda prueba, entendí aún más si cabe la famosa frase que titula el post”.
Ese día la acompañaron su madre, su suegra, su prima y su sobrina. “Faltó mi tía pero se debía a mi tío, uno de los factores culpables de esta locura, aunque él no lo sepa, pero a la siguiente estará y volveremos a brindar, prometido” destaca nuestra novia.
Estaban quienes debían estar, Nuria también formó parte de este momento cuando se casó su prima y quería devolverle lo que sintió: “a pesar de esta boda diferente, entendemos que siempre hay espacio para las tradiciones bonitas, ya he reconocido que soy una enamorada del amor” añade Nuria. Y sólo hay que ver el brillo en los ojos de las mujeres de su familia.
Finalmente, Nuria nos confiesa que aún hay que esperar para ver el vestido elegido. Aunque estas fotos muestran simplemente una parte de la experiencia vivida, sí podemos decir que el vestido es de un diseñador español ¡que no tiene nada que ver con el que veis en las imágenes!
“¡Atrévete a romper tus reglas, deja que te sorprendan tus decisiones y, sobre todo, rodéate de las personas importantes para momentos importantes!” es el consejo que nos da Nuria.
Nuestra novia agradece muchísimo la gran implicación del equipo de Marengo que hizo posible esta sesión tan divertida y tanto la han ayudado poniendo todo tan fácil. “Gracias a todas esas personas importantes que habéis estado acompañándome en esta elección, os quiero”, finaliza Nuria.
¡Desde el equipo de La Bastilla les agradecemos profundamente a Nuria y Juan que estén compartiendo estas experiencias tan especiales con nosotros!